Descubre y desarrolla la esencia de tu negocio: propósito, dones y talentos

Descubre y desarrolla la esencia de tu negocio.

Hay muchas formas de llegar al emprendimiento.

Algunas personas deciden montar un negocio a raíz de quedarse sin empleo. Otras lo han querido desde siempre.

Lo que sí está claro es que detrás de un negocio tiene que existir una razón de ser que sirva de cimientos a la propuesta de valor. Esta razón de ser es el propósito de tu negocio, que estará alineado con tu propósito de vida.

Además, tanto si has comenzado a dar tus primeros pasos como emprendedora, como si todavía no lo has hecho pero tienes la idea, sabes que la actividad que desarrolles en tu negocio tiene que ser una en la que te sientas cómoda, que se te dé muy bien y que te haga sentir que estás sirviendo de ayuda. Esta actividad entra dentro de lo que son tus dones y talentos.

En este artículo veremos con más profundidad estos pilares: el propósito, los dones y los talentos.

Tu propósito está en ti y tú eres quien da sentido a tu vida

¿Te has preguntado cuál es el propósito de tu vida?

Cuando trabajas en tu negocio te mueve mucho más que el dinero. Esto es así para todos los negocios. Si solo te mueve el dinero, te puede dar igual trabajar en una cosa que en otra. Ahora bien, si comienzas tu negocio es porque:

  •   Tienes unos sueños por cumplir.
  •   Hay una serie de personas a las que deseas ayudar.

Con estas dos afirmaciones anteriores te voy a plantear tres preguntas:

  •   ¿Cuáles son tus sueños?
  •   ¿A quién deseo ayudar?
  •   ¿Para qué hago lo que hago? Este “para qué” es el propósito.

Si nunca te has hecho estas preguntas, te invito a que las reflexiones porque te llevarán a definir tu propósito. Y si ya te las has hecho, viene bien que vuelvas a ellas. Siempre puede haber algún detalle que cambie con el tiempo.

El significado de Ikigai

Hay un concepto japonés que puede ayudarte también a encontrar tu propósito. Se trata de lo que ellos llaman ikigai.

Ikigai es aquello para lo que hemos sido llamados. Tiene una representación gráfica basada en 4 grandes círculos que interseccionan.

Cada uno de estos círculos representa:

  •   Lo que amas.
  •   En lo que eres bueno.
  •   Aquello con lo que puedes ganarte la vida.
  •   Lo que el mundo necesita.

En la intersección de estos 4 círculos está el ikigai. Aquello para lo que eres llamada, tu razón de ser, el sentido de tu vida.

¿Encuentras sentido a esta teoría del Ikigai? A mí me ha resultado muy útil, por eso te la explico.

Ejemplo de propósito de negocio

La mejor forma de entender qué es el propósito y ver su utilidad es con ejemplos. Aquí te pongo el ejemplo de una coach.

Esta chica descubrió, a lo largo de su vida, que tanto a ella como a otras personas les cuesta mucho gestionar sus emociones y tener con los demás una comunicación asertiva.

Al ser este un tema que le apasionaba, hizo mucho trabajo personal en este sentido y también se formó para ayudar a los demás. Entonces se convirtió en coach. 

Como coach, ella guía a sus clientes para que consigan mejorar la comunicación en sus relaciones personales, gestionar sus emociones y aclarar su camino cuando se sienten estancados. 

¿Lo ves más claro con este ejemplo? Si nunca has tratado de poner palabras al propósito de tu negocio, espero que estas pautas te ayuden para que te pongas con ello.

La reinvención profesional, una forma de llegar a tu propósito

Ahora que ya conoces tu propósito, ¿sabrías cómo hacerlo realidad?

A raíz de esto te voy a explicar un fenómeno que está ocurriendo ahora en los Estados Unidos de América. Algunos lo han llamado “la gran renuncia”. 

¿Qué sucede en esta gran renuncia? Pues sucede que hay una cantidad enorme de trabajadores que están abandonando sus empleos, del orden de varios millones.

El hecho de que haya tantas personas dejando sus empleos no tiene explicación sencilla, ni tampoco puede existir una sola razón para que esto ocurra.  Lo que sí es cierto es que no todos los trabajadores renuncian a sus empleos por motivos económicos.

A la hora de trabajar, el dinero no es ni mucho menos lo más importante. Lo más importante es que sientas que ese trabajo que realizas está alineado contigo. Que con él puedes expresar tus valores. Que realizándolo estás haciendo algo que te gusta, que sientes que eres bueno en ello y que estás ayudando a la gente.

Si alcanzas estos puntos anteriores alcanzarás tu propósito y quizá busques reinventarte para conseguirlo. Porque tienes unas habilidades, pero no es lo mismo que sean un hobby a que sean tu negocio y puedas vivir de ello.

Por lo que hasta ahora se ha visto en esta gran renuncia, sí existen trabajadores que han dejado sus empleos, se han reinventado y han montado su propio negocio, de tal forma que ahora sí se sienten alineados con su propósito de vida.

Muchas veces la reinvención profesional requiere aprender y entrenar habilidades. Y aquí es donde nos encontramos con los dones y talentos.

Tus dones y talentos al servicio de tu negocio

Todos los negocios consisten en realizar una serie de actividades. Esas actividades son aquellas que te encantan y se te dan bien. Nadie monta un negocio de cero basado en algo que no le gusta nada.

Aquí es donde entran los dones y los talentos.

Solemos pensar que los dones y los talentos son lo mismo, pero hay una pequeña diferencia. El don es algo innato que sobresale de forma natural. El talento tiene también algo de innato, aunque implica constancia y entrenamiento.

Por ejemplo, yo he visto algunos adultos que tienen un don para los niños. Estas personas, siempre que están con niños, los juntan en grupo, se inventan juegos y los niños se lo pasan pipa con ellos. Esto les sale natural, nadie les ha enseñado a hacer lo que hacen.

Por otra parte, podemos considerar a las personas que tienen talento para la música. A estas personas les gusta la música y tienen facilidad para aprender, pero además necesitan mucha constancia y aprendizaje para ser buenos de verdad.

Con los talentos pasa algo similar a lo que sucede con el propósito: que muchas personas no son conscientes de ello. No saben cuáles son sus talentos.

Te propongo estas preguntas para que los descubras:

  •   ¿Qué se te daba bien de pequeña? ¿Qué te decían que se te daba bien?
  •   Y ahora, ¿qué es lo que te gusta y se te da bien?
  •   ¿Qué pasarías haciendo de tal forma que se te pasan las horas sin darte cuenta?

A veces los talentos propios pasan desapercibidos, por eso te recomiendo que preguntes a varias personas de tu entorno. Pregúntales qué perciben como talentos tuyos.

Puedes plantearles qué piensan que se te da bien, qué es lo que más admiran de ti y qué es lo que más les sorprende de ti.

Te animo a que lo hagas, es un ejercicio muy enriquecedor.

Tu negocio y tu crecimiento personal

Emprender va más allá de tener un negocio. Emprender es también crecer, mirar hacia adentro y conocer el propósito de tu vida. Porque si quieres que tu negocio crezca, quien primero tiene que crecer eres tú.

¿Conoces el propósito de tu vida y de tu negocio? ¿Conoces tus dones y talentos? Te invito a que pases por los comentarios y me cuentes cómo los descubriste. Y si todavía estás en fase de descubrimiento, me encantará leer tu proceso.

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Beatriz Blasco

Beatriz Blasco

Mentora de negocios conscientes y con alma. Creadora del método Productividad Consciente. Ayudo a emprendedores y profesionales a elevar su productividad y su negocio para que generen riqueza, vivan una vida con impacto y alineada con su esencia. Todo ello a través del cambio de mentalidad y la aplicación de estrategias prácticas.

2 comentarios

  1. Lo primero que descubrí es que no podía trabajar como empleado. En los dos trabajos como empleado que tuve, siempre terminaba haciéndome independiente y forzaba a mis jefes a hacer lo que me parecía, rompía los horarios (si bien solía trabajar mucho más que las 8 horas impuestas) y pensaba una forma de hacer las cosas diferente. No fue muy difícil darme cuenta lo que quería. Además ya desde chico cuando me preguntaban qué quería hacer de grande mientras íbamos de paseo en coche, siempre decía que quería ser dueño de negocios que veía en la calle, tener tiendas o crear algo. La respuesta está dentro nuestro, pero tenemos que saber encontrarla, y sino, como también mencionaste, preguntar a los demás y validarlo analizando si es algo que nos apasiona realmente.

    1. la clave Gabriel es conectar con la respuesta que esta dentro de nosotros mismos y no fuera. Gracias por comentar y compartir tu experiencia.

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