Libérate de la perfección y pasa a la acción

En este artículo quiero hablarte de la perfección y como liberarte de ella cuando te está bloqueando y no pasas a la acción última de terminar y mostrar aquello en lo que estás invirtiendo tu energía.

Son muchas las personas que me han preguntado por cómo liberarse de la perfección y la autoexigencia sin caer en el pasotismo o el “esto me da igual”.

La efectividad personal también está íntimamente relacionada con la idea de perfección que tengas y cómo piensas sobre ella.

Lo que más curioso me resulta de las formas de pensar es la rigidez que solemos dar a lo que pensamos y el extremo al que llevamos nuestras ideas. Blanco o negro.

O algo está perfecto o no está.

¿Te suena esa forma de pensar?

¿Qué es la perfección?

Valiente pregunta acabo de lanzar.

Para responderte y darte mi opinión me he ido a buscar el origen etimológico de perfección.

He encontrado lo siguiente: la acción de dejar algo acabado por completo. Con la condición de perfecto. Es decir, que no tiene errores o defectos, que alcanzó el máximo nivel posible.

Hasta aquí estarás de acuerdo con la definición. El kit de la cuestión es cómo vives la perfección en tu día a día.

¿Quién decide que algo está perfecto? ¿Con respecto a qué? ¿Se puede alcanzar el nivel máximo posible a la primera?

La perfección no es más que una percepción, por lo tanto relativa, y está muy relacionada con tus estrategias internas y formas de pensar.

Si eres una persona a la que le gusta el trabajo bien hecho y cuidas los detalles es fabuloso.

El problema aparece cuando esa búsqueda de la perfección te impide determinar el punto en el que debes parar lo que estás haciendo y soltar tu creación.

¿Te cuesta lanzar tu producto o servicio o entregar tu informe? ¿No sabes cuándo parar el proceso de preparación? ¿Inviertes más energía y tiempo de la que tenías prevista para hacer tus tareas?

Si a una de ellas has dicho que si te invito a seguir leyendo con atención lo que quiero contarte.

La perfección no es solo lo que tú crees que es

Sí, como lo lees.

En este artículo voy a darte varias ideas distintas sobre qué es perfección y que puedas ampliar tu mentalidad, y por lo tanto, el rango de opciones disponibles para ti.

Lee con atención el siguiente extracto del libro Reinicia: borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma

“Que tengas todavía una lista de cosas pendiente no quiere decir que no esté listo. No lo retengas todo porque te quedan unos flecos por coser. Te puedes ocupar de ellos más adelante. Y ocuparte de ellos más tarde puede implicar que los resolverás mejor.”

Primera idea: la perfección es movimiento.

El canto de una piedra se pule con el roce, un pedazo de barro pasa a ser vasija cuando el alfarero moldea una y otra vez distintos pedazos de barro.

Segunda idea: la perfección es dar en cada momento lo mejor de uno mismo.

No en todos los momentos puedes aportar el mismo valor porque no eres el mismo.

Acéptalo. No te exijas aquello que un momento dado no puedas ofrecer. No te obligues.

El resultado trasmite tu propia tensión interna.

La clave es dar en cada momento lo que emerge de ti con conciencia, sin apegarte a tus emociones y pensamientos.

Tercera idea: lo que es perfecto para ti no tiene porque serlo para los demás

Cuando tengas que terminar algo ya o lanzarlo ya, no tengas solo en cuenta tu propio punto de vista.

Considera otras perspectivas. Pregunta. Lánzalo y recoge las opiniones de otros.

Esas opiniones pueden ayudarte a mejorarlo con más sentido.

No temas la crítica y aprende a vivirla como una oportunidad de mejora.

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Céntrate en la acción imperfecta enfocada hacia el resultado y el propósito mayor.

Cuarta idea: la perfección se consigue con la práctica, la prueba y la experiencia

No pretendas hacer algo perfecto solo desde ti, con el pensamiento, sin testarlo.

Recuerda que la perfección es solo una valoración interna.

Te contaré aquí una historia que me ha parecido un claro ejemplo de todas las ideas que te estoy ofreciendo para que reflexiones y amplíes tu mentalidad.

Camper, la marca de zapatos, abrió una tienda en San Francisco antes de que las obras estuvieran finalizadas, y la llamaron Walk in Progress.

Los clientes podían pintar en las paredes de la tienda. Camper exponía sus zapatos en listones de madera apoyados sobre las cajas. El mensaje que los clientes escribieron más veces en las paredes fue: “conservad la tienda tal cual”.

He extraído esta historia del libro «Reinicia».

Quinta idea: ofrecer un producto excelente nada tiene que ver con tu perfección

Probablemente al ir leyendo lo que te estoy contando hayas pensado: lo que yo quiero es ofrece siempre lo mejor, con calidad y excelencia.

Y es normal que quieras eso. Sin embargo, obsesionarte por la búsqueda de la perfección es otra cosa. Además la perfección es únicamente una referencia interna.

El enfoque que quiero trasmitirte es que la mejor forma de hacer algo perfecto es corregir mediante la repetición. La práctica.

Me gustaría que dejaras de pensar e imaginar qué es lo que funcionará y que pasaras a descubrirlo en la realidad.

[Tweet «La excelencia te la tiene que dar tu cliente, las personas que se va a beneficiar de tu trabajo o servicio.»]

Si sabes lanzar tu producto con humildad y testarlo con tus clientes ellos harán tu producto excelente si les escuchas atento.

3 claves para liberarte de la perfección

1 – Amplía tu forma de pensar con respecto a lo que es perfecto o no lo es

Ya te he dejado en el apartado anterior varias ideas para que las reflexiones y las utilices para ampliar tus formas de pensar, que al fin y al cabo son las que te llevan a actuar de una determinada manera.

2 – Tú ya eres perfecto más allá de lo que hagas

Aquí toca valorarte a ti mismo por lo que ya eres no por lo que haces o cómo lo haces.

La autoestima te confiere humildad. Un antídoto para la perfección, que suele emerger de la autoexigencia, el miedo, la búsqueda de la satisfacción de los demás…

3 – Arriesga con sentido y corazón

Esto significa que pases a la acción imperfecta sabiendo que es lo mejor que puedes ofrecer en este momento y testando si tiene la calidad adecuada para las personas que van a comprar ese producto o servicio o van a recibir tu trabajo.

Reconoce que estás siempre en proceso de aprendizaje continuo. Y que es ese proceso de movimiento en sí mismo el que permite poco a poco que lo que haces sea más excelente.

Toma el cincel y empieza a hacer algo real. Cualquier otra cosa será sencillamente una distracción. Jason Fried.

RECURSOS

Utiliza las preguntas para desatascar tus momentos de perfección:

  • ¿Qué problema estás solucionando con tu trabajo?
  • ¿Qué es lo importante para tu cliente final?
  • ¿Para qué estás trabajando en…?
  • Si tuvieras que entregar ya tu trabajo, ¿qué dejarías de hacer?
  • ¿Quién tiene dudas sobre el producto o servicio?
  • ¿Sirve para algo esto que estoy haciendo justo ahora?
  • ¿Qué pasaría si ya no siguiese por aquí?
  • ¿Esto en lo que estoy trabajando aporta valor real al producto?
  • En lo que estás trabajando ahora, ¿ofrece algún beneficio añadido que antes no tenía?

Como clave última te diría que para manejar tu perfección te conectarás con lo que quieres compartir, con tu servicio y lo que quieres ofrecer con humildad y honestidad contigo mismo.

¿Has superado tu perfección? ¿Cómo lo hiciste? Cuéntame en comentarios tu experiencia y qué te ha aportado este artículo.

Un abrazo,

Autora: Beatriz Blasco

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Beatriz Blasco

Beatriz Blasco

Mentora de negocios conscientes y con alma. Creadora del método Productividad Consciente. Ayudo a emprendedores y profesionales a elevar su productividad y su negocio para que generen riqueza, vivan una vida con impacto y alineada con su esencia. Todo ello a través del cambio de mentalidad y la aplicación de estrategias prácticas.

4 comentarios

  1. Fijate que yo creo, que muchas veces no es cuestión de querer ser perfeccionista. Es más un problema de miedo a no saber si está acabado.

    1. Totalmente de acuerdo Rafa. El perfeccionismo que bloquea, limita y hace el avance más pesado emerge del juicio, el miedo, las dudas… Es cierto que tendemos a ver las cosas que hacemos en los extremos, nos olvidamos de que algo que nace esta en movimiento y en proceso de mejora, si se quiere claro.
      Gracias por comentar Rafa en el blog.
      Un abrazo

    1. Hola Alberto,
      muchas gracias por pasarte por aquí y comentar 🙂
      La búsqueda de la perfección en lo que hacemos es una paradoja. Para mí la búsqueda de la perfección esta relacionada con nuestro ego, la autoexigencia y la falta de agradecimiento a lo que es en este momento.
      En el momento en que dejas de buscar la perfección y aceptas lo que en cada momento puedes hacer, resulta que todo te parece perfecto y correcto.
      La clave para es conocerse y cambiar las ideas que tenemos acerca de la perfección.
      Un abrazo

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